Beatriz de Majo C. (ALN).- El Nicolás Maduro descoyuntado que vimos pocos minutos más tarde de la exposición de Donald Trump era un gobernante con el norte perdido, incapaz de aportar una nueva idea a la resolución de los graves problemas que enfrenta su gestión. Era la de un mentiroso incapaz de mirar la realidad de frente. Era la de un ser atrapado dentro de la perversidad de sus alianzas. En dos platos, la de un boxeador en situación de nocaut técnico. Ya no da más.